Perdido en la brújula del tiempo, me encuentro ante la ausencia del amor, fue un sólo momento de dolor y desesperación... allí vislumbre el agónico canto de mi alma desangrandose a gota de lágrimas.
Días de perdición y llanto, después de todo el sufrimiento y martirio, hoy no evitare siempre estar sonriente... volveré del temor y amaré como si fuese la primera vez...
Tomaré tus manos y sentiré tu calidez y tenue resplandor de belleza y paz.
Hoy princesa de mis noches de luna llena te diré... una vez más yo te podré amar y tomaré todo de ti y te brindaré todo de mi.
La eternidad sólo será un efímero suspiro, nada comparado con la grandeza del universo, pero si como tan majestuosa hermosura que componen las estrellas y constelaciones astrales.
Lamento de un Arlequín.
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