En la soledad de la noche,
Mi alma se halla oculta,
Queriendo despertar,
Queriendo salir...
Oh bello ser de luz y amor,
Inmaculada niña de voz celestial,
Inundame de bondad y tranquilidad,
Hermoso ser de transparente espíritu,
Brindame amor en mi tétricas noches,
Tu la salvación de mi condena,
La purga de mi castigo,
La alegría de mis lamentos,
El final de mi tormento...
Tú señorita de piel canela,
De ojos negros y risa serena,
De voz hipnotizante y cuerpo apasionante...
Permite que este mortal te abrace,
Déjame que bese tu ser,
Otorgame el don de amarte y cuidarte...
Las frías noches se quejan de mi presencia, añorando los días que sonreía y saltaba...
Ven mi ángel redentor, roba mi alma y corazón.
DEDICADO: JULIET ACUÑA
DEDICADO: JULIET ACUÑA
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