El vacío tan silencioso y húmedo,
Recorre este cuerpo deshecho por el olvido,
Penetrando en la carne, bebiendo sangre,
Extinguiendo una vida efímera y sin valor alguno.
Es así como mis pensamientos invaden a mi corazón,
Queriendo entender porque seguía atado a tu pasión,
Desvelando mis memorias y proclamando versos,
Poco a poco te dejé de ver en mis sueños.
Éxodo.
Hoy sonríe y sueña, despierta y besame,
Quiero darte las más bellas rosas de esta tierra,
Suspira y hablame, quiero oír la melodía que produce tus labios,
Mirame y sonrojate, quiero admirarte mientras me enamoro,
Tocame... Tus manos cálidas y suaves, serán el lugar al cual quiero regresar...
Dichas palabras denotan mis sentimientos,
Múltiples estados que por ti proclamo,
Razones y momentos para expresar éste anhelo.
Te daré mi tiempo, rosas, cartas y miles de recuerdos,
Y cuando la vida se extinga... Te buscare en la eternidad para volverte a enamorar.
Lamento de un Arlequín.
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