La lluvia cae apresurada, llegando al punto de rozar mis mejillas,
Transitando mi árida piel, hidratandola,
Cubriendo con alegría cada herida de ésta vida,
Miro fijamente al cielo, mientras cada gota golpea ferozmente mi ser, mi sufrimiento...
Reflejo de dolor y frustración.
Camino cada vez más lento y disfrutando de este momento cálido y sereno,
La lluvia me arropa y me calma,
Su melodía al caer, me dice: debes seguir y ergirte ante la maldad, ante la adversidad!
Sueños rotos y deseos perdidos,
Has de recuperarlos y glorificarlos!
La lluvia con su apacible canto... me trae de nuevo a esta realidad,
La naturaleza debemos admirar,
Nos enseña a vivir y a morir.
La lluvia lava mi cuerpo impuro y marchito, dándome de nuevo una oportunidad para avanzar.
La lluvia mi amada Arlequín, mi joker y nunca comodín!.
Lo sé! Debo seguir y vencer, este guerra deberé ganar!
Lamento de un Arlequín.
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