El acero es mi alma, la eternidad corre por mi sangre,
Desconozco la muerte, desconozco la vida.
En pasos silentes, la noche me impide verte,
Divulgó la sed de avaricia y lujuria al pensarte,
Recorrer tu cuerpo a besos y caricias... perdiéndome en cada curva que forma tu silueta femenina,
Degollando mis deseos pasionales, te quiero entre mis sueños y realidad.
Murmullos escucho de tus labios, no se si serán gemidos, me hipnotiza, me emboba... en tu pasión me encuentro atado y sonrió cada vez que te veo a mi lado,
Palabras distantes para este cuerpo frío,
Sentimientos serenos, para expresar lo que mi alma calla...
Diré:
Mujer de gran sonrisa y rostro bello,
Muecas infantiles y mirada penetrante,
Ojos que delatan sinceridad y humildad,
Labios dulces, manjar de dioses,
Manos delicadas y piel tierna,
Cintura de doncella y cuerpo de diosa.
Mis versos hoy suspiran tu nombre y encierran la eternidad de este sentimiento que arde en llamas por tus miradas.
Lamento de un Arlequín.
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