Una tarde tan normal,
Donde la brisa me susurra tu nombre,
Un momento singular,
Que me recuerdan tus sonrisas.
Un leve suspirar,
Que me inquieta y te refleja.
He decidido escribirte y morir,
Decidí amarte y dejar de sufrir,
Recordarte y besarte en mis sueños,
Desearte y hacerte mia en mis anhelos,
Comprenderte y sentirte es mi deseo,
El rozar tus labios con los míos,
Sutilmente entrelazar mis dedos a los tuyos,
Levemente acariciar tu piel... Explotando el éxtasis de tus lujubres pensamientos....
Seré el succubus que domine tu lujuria,
El demonio de tu infierno,
La sed de tu dulce miel,
El hambre de tu cuerpo,
Y la pasión de tus más íntimos deseos...
Ven a mí y dejate adorar,
Regresa a mis brazos y siente mi calidez,
Devuelvete y mirame vorazmente...
Seré el esclavo de tus manos,
El sumiso de tus labios,
El mayordomo de tus ojos...
L.V.
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